No sabés si hay que sacar la ropa invernal o hay que calzarse las sandalias de verano; te ilusionás con la llegada de un frente frío pero, cuando te das cuenta, el sol raja la tierra. Y encima, si sos alérgico, es probable que ya te hayas gastado sueldo y aguinaldo en pañuelos descartables. En Tucumán no estamos atravesando un invierno de los más típicos: un día la niebla cubre la provincia, en la tarde siguiente hay lluvia y algunas horas después la temperatura alcanza los 27°. ¿Qué pasó? ¿Rompimos el termómetro? ¿O vamos a tener días fríos? ¿Podremos ilusionarnos, muchachos, con alguna nevada esta temporada?
Lo que sucede no está fuera de lo anunciado por los expertos. Según aseguró un reciente informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), América Latina está experimentando un “círculo vicioso” climático que recalienta el continente. “Muchos de los eventos extremos fueron influenciados por La Niña de larga duración, pero también tenían el sello distintivo del cambio climático inducido por el hombre”, resumió en el informe el secretario general de la OMM, Petteri Taalas. Y en la provincia estamos sintiendo las altas temperaturas: ayer, el termómetro marcó 26°. Pero hay buenas noticias para los team invierno: para hoy -y para recibir las vacaciones de julio- se prevén algunas precipitaciones y la temperatura bajaría hasta los 13°.
El Niño, La Niña y la temperatura
Todo lo que ha sucedido estas semanas con el tiempo podría ser catalogado -por nosotros, los que no sabemos de climatología- como algo raro. Pero no hay nada de qué preocuparse, advirtió a LA GACETA el meteorólogo Juan Minetti, director del Laboratorio Climatológico Sudamericano. “No es la primera vez que hay un invierno así, nada más que la memoria muchas veces no recuerda”, dice para cortar con tanta polémica generada. “Lo que estamos viendo y escuchando en los medios tiene que ver con dos aspectos de la variabilidad del clima, uno a gran escala y otro a escala intermedia. A gran escala, está el calentamiento global: prácticamente todo lo que está ocurriendo en el globo es impactado por el calentamiento. Y a escala intermedia tenemos el fenómeno del Niño (y la Niña), que tiene que ver con variabilidades de tres a siete años -reflexionó-; achacarle a la Niña todo lo que está ocurriendo es una exageración”.
En diálogo teléfono y con bastante precisión, ejemplificó algunos casos de fenómenos climáticos a lo largo del tiempo: sequías, largos periodos lluviosos, inviernos crudos o golpes de calor... “Todo esto muestra la virulencia de los fenómenos. Sí, hemos tenido la finalización de La Niña y con ello observamos un fortísimo calentamiento de las aguas sobre la costa sudamericana del Pacífico. Ese calentamiento se debe a un evento del Niño, que según lo que estamos evaluando puede ser de igual impacto al del año 1982-1983. Podría ser un récord histórico. Y, con eso, tendría un gran impacto en el este del país, trayendo grandes lluvias. Eso mejoraría la situación hídrica del país, que en los últimos tiempos no ha sido la mejor”, aclara.
Estos fenómenos también pueden repercutir de forma extrema en el clima: “Lo más violento fue la inundación de Santa Fe en 2003; o los años 2008 y 2010, que fueron escenarios de grandes déficits de agua. O en relación al frío, hubo algunos intensos en 1920, luego en 1955 y 1956, que diezmó a todos los cañaverales del norte. En 1990 también hubo un par de heladas; entonces, no son tan anormales estos fenómenos extremos, pero nosotros no tenemos tanta memoria como para hacer un relato”.
Pero la situación presente va más allá de los fenómenos. También se presenta algunos récords: según informaron expertos de los Centros Nacionales de Predicción Ambiental (NCEP) de Estados Unidos, la temperatura global promedio el martes fue de entre 17 y 18°. Se estipula que fue el día más cálido jamás registrado, al menos en los últimos 125.000 años, según el experto Paulo Ceppi. El récord anterior había sido alcanzado el día previo; y el último registro de temperaturas similares databa del 2016, también como consecuencia del Niño.
Al inicio del invierno, el SMN advirtió que se esperan pocas precipitaciones para la región y que es probable que haya temperaturas por encima de las normales durante todo el invierno. ¿Tendremos algo de frío? La respuesta es un rotundo sí. Para los próximos días se esperan temperaturas mínimas de entre 10° y 15°, y máximas de hasta 19°. Pero no se queda ahí. “Entre el 10 y el 15 de este mes hay un ingreso de aire frío, húmedo, del Atlántico Sur. Tendríamos temperaturas mínimas de entre 4° y 7°, todo esto con muchos días de cielo cubierto, lo cuál va a ser muy frío para la población, porque además va a ser húmedo, con lluvia y llovizna. Ese va a ser el primer golpe frío; a fines de julio vendrá otro, más seco y se propagará sobre los primeros días de agosto. A fines de agosto hay un largo período frío, y ahí sí esperamos heladas”, indicó con precisión Minetti. Y v a ser frío-frío: “el abrigo meteorológico nos da 4° para la próxima semana, pero eso significan tres grados menos al nivel del suelo, lo que sería 1°. Eso, en el este, podría significar hasta escarcha”.
¿Y la nieve?
El experto también respondió la pregunta del millón. Porque sí, es inevitable: ¿habrá nieve en Tucumán? “Es posible. Las situaciones de alta humedad y de frío que tenemos toda la semana que viene dan las condiciones favorables para una nevada en Tafí del Valle. Y quizá, con un poco de suerte, en San Javier”.